Distancia recorrida: 27,7 km Tiempo empleado: 5h:24’
Esta crónica ha sido escrita por Paco Toro.
Durante una cena espectacular en la Casa de Pasto Cafetaria Tamuje con mi hermano Carlos, los amigos León, Sevi, Alfredo, Juanlu y yo mismo (Paco Toro), planificamos la etapa de hoy. Navegaremos en pleno corazón del Parque Natural do Vale do Guadiana adentrándonos en esta tercera fase de la aventura en la que transitaremos durante tres etapas por un río ancho, navegable y muy afectado por las mareas del Atlántico.
Salimos desde nuestra base para los dos próximos días en Mértola, el Hotel Museu y en algo menos de media hora llegamos al punto de inicio (Moinho dos Canais) escogido por su belleza y buena accesibilidad. Mientras inflamos nuestras tablas y preparamos el resto del material, León dispone su cámara sobre un alto del camino de acceso. Hay que grabar a Carlos haciendo la entradilla de la etapa de hoy.
Estamos en estas cuando se nos acerca un paisano. Lleva un kayak sobre su pickup y un perro. Mira extrañado nuestro montaje y nos pregunta a qué viene semejante despliegue. Una amplia sonrisa cubre su rostro cuando conoce nuestras intenciones. Las de hoy y el resto de días. Nos desea suerte y no se marchará hasta perdernos de vista río abajo.
Iniciamos esta etapa Sevi con el kayak, Alfredo, Paloma, Carlos y yo sobre tablas. Este primer tramo discurre encajonado entre paredes de piedra. Pasamos junto a unas grandes rocas en nuestros primeros 500 metros, apenas 4 metros de anchura.
Lento caudal, naturaleza en estado puro y remar suave. Estamos navegando por una de las últimas zonas estrechas del río. A poco de salir, Juanlu nos alcanza con su tabla rígida. Ha remontado el río desde el embarcadero de Mértola aguas abajo.
Nos aproximamos al último molino (moinho) de toda la travesía en el kilómetro 6. Nuestro amigo Joao, al que conocimos en la Cafetaria Tamuje ayudando a sus padres, nos espera con su dron. Se dedica a trabajar y estudiar imagen en Alemania donde vive. Puro azar encontrarnos con él estos días festivos. Bastó contarle nuestra aventura para que se ofreciese a colaborar. Sus magníficas imágenes formarán parte del material gráfico del Desafío Guadiana by Toro SUP.
Y llegamos a Mértola. Preciosa villa medieval que nos observa elevada desde las colinas rocosas que la acogen. De calles empedradas y gentes amables, se sitúa en el Baixo Alentejo portugués. Árabes, fenicios, romanos y visigodos dejaron su huella. Sigamos. En su embarcadero, sobre el kilómetro 8 de nuestra etapa de hoy, hacemos una parada. Paloma llega hasta aquí. León se incorporará al kayak de Sevi que “crece” a biplaza para acogerle. Gracias a ello tendremos unas magníficas imágenes desde el agua.
Un río lleno de naturaleza en estado puro nos acompañará en la jornada de hoy. Múltiples aves y algún que otro pescador reflejan lo vivo del río. Remamos por el centro del cauce o más próximos a la orilla atraídos por grupos de patos con sus polluelos o alguna impresionante pared casi vertical llena de vegetación.
Apenas tres kilómetros más abajo de Mértola el río se estrechará dejando en la orilla izquierda un pequeño bosque de matorral. En algunas zonas hay poca profundidad en las orillas.
Pasadas un par de horas haremos una de nuestras paradas para comer barritas, frutos secos y fruta fresca. Los kilómetros van pasando en una jornada para disfrutar del silencio y la soledad. Sólo la presencia de algún remolino en zonas más estrechas anima la remada. En el kilómetro 13,5 pasaremos por la Ribeira de Carreiras que une sus aguas a las del Guadiana.
En la margen derecha encontramos alguna antigua casa hoy abandonada pero también zonas de cultivo en explotación. A lo largo del cauce hay zonas donde el río se estrecha con brazos de vegetación que surgen desde las orillas. Una niña de unos diez años corre a avisar a su padre, que pesca poco más abajo, de nuestra presencia. La suya nos sorprendió más a nosotros. Rara vez se rompe el silencio, los animales confiados dejan que nos acerquemos a ellos en el agua, algún ganso resiste hasta el último momento para alejarse volando.
Llegados al kilómetro 19 pasaremos por el embarcadero de O Pescador do Guadiana y Penha d´aigua, situados sobre una colina, son lugares donde degustar pescados de agua dulce como barbos, lampreas o anguilas.
En contacto con el equipo de tierra. Hoy les daremos más envidia que trabajo. El “señor” Guadiana ha decidido ser benévolo con los recién llegados, les empuja suavemente y les cautiva de por vida con su entorno sin rastro humano en muchos kilómetros.
León ha ido remando junto a Sevi en el kayak. Todo un campeón. No ha desperdiciado una sola toma buena desde su privilegiada posición. El resultado será, saliendo de sus manos, espectacular.
A partir del kilómetro 21 el río curvará y ensanchará suavemente su cauce en los 7 kilómetros que nos restan hasta el embarcadero de Pomarao. Allí daremos por concluida esta etapa de 28 kilómetros y 5 horas y 24 minutos remando con un maravilloso recibimiento.
Carlos graba la pieza de fin de etapa con León. Mientras el resto del equipo va mudando de ropa, desinflando tablas, ocupando la furgo y llevando a cabo el resto de la logística diaria.
El equipo de tierra ha crecido y nuevos compañeros llegan para unirse y vivir las últimas etapas de este Desafío Guadiana by Toro SUP. Esta noche repetimos cena en el Tamuje con Joao. Ha preparado arroz con gallina, bacalao y otras maravillas. Ayer fuimos seis. Hoy seremos quince. Nos dejará alucinados con su grabación y las bellas imágenes de Mértola y nuestras tablas sobre el río. El Guadiana ha dejado de ser un río, un reto, ahora es un lugar donde dejamos algo nuestro.
