Walvis Bay es un bonito punto de la costa Namibia donde tuvimos la suerte de remar en un SUP entre una infinidad de curiosos leones marinos.
Tras contactar con Naude, el propietario de Pelican Point Kayaking (empresa de alquiler de kayaks), al ver el logo de Toro SUP en la firma de mi email, me ofrece la posibilidad de hacer la excursión en su paddle surf. Acepto agradecido su ofrecimiento y ese día se convierte en uno de los más especiales de un increíble viaje por Sudáfrica, Namibia, Botsuana y Zimbabue.
Después de unos 45 minutos de trayecto desde la tienda de Naude, llegamos a la playa en el extremo del Cabo del Pelícano, una gran extensión de arena blanca y virgen de edificaciones donde se hacinan varios grupos de leones marinos.Cuando entro al agua con el SUP, compruebo cómo las focas no están acostumbradas a alguien de pie sobre la superficie del agua y huyen en un primer momento. Después de unos minutos algunas curiosas se acercan y me acompañan rodeando la tabla.
Se me acumulan y mezclan las sensaciones comunes de remar sobre una tabla de SUP con las nuevas de hacerlo rodeado de estos ágiles animales que veo perfectamente desde mi posición privilegiada. Es una maravilla palear cadenciosa y suavemente viendo cómo un grupo de focas juguetean y asoman sus cabezas fuera del agua rodeando la tabla, saltando, nadando panza arriba, cogiéndose las caras con sus aletas, poniéndose verticales dejando fuera la cola… ¡¡Son muy divertidas!!
Tras los primeros momentos de paleo, me pongo de rodillas y me quedo quieto para que se acerquen tanto como para tocar sus morros, sus resistentes aletas, sus lomos peludos y suaves. Vuelvo a ponerme de pie y ya no se asustan tanto, remo hacia otro grupo donde se acumulan los kayaks, parece que estos leones están más acostumbrados al hombre e incluso hay un grupo que me sigue como si fueran calderones junto a un navío.
Es difícil describir en un breve post todo lo vivido en aquellas horas de SUP entre leones marinos, pero deseo haber transmitido parte de lo sensacional de la experiencia.
Después de unos 45 minutos de trayecto desde la tienda de Naude, llegamos a la playa en el extremo del Cabo del Pelícano, una gran extensión de arena blanca y virgen de edificaciones donde se hacinan varios grupos de leones marinos.Cuando entro al agua con el SUP, compruebo cómo las focas no están acostumbradas a alguien de pie sobre la superficie del agua y huyen en un primer momento. Después de unos minutos algunas curiosas se acercan y me acompañan rodeando la tabla.
Se me acumulan y mezclan las sensaciones comunes de remar sobre una tabla de SUP con las nuevas de hacerlo rodeado de estos ágiles animales que veo perfectamente desde mi posición privilegiada. Es una maravilla palear cadenciosa y suavemente viendo cómo un grupo de focas juguetean y asoman sus cabezas fuera del agua rodeando la tabla, saltando, nadando panza arriba, cogiéndose las caras con sus aletas, poniéndose verticales dejando fuera la cola… ¡¡Son muy divertidas!!
Tras los primeros momentos de paleo, me pongo de rodillas y me quedo quieto para que se acerquen tanto como para tocar sus morros, sus resistentes aletas, sus lomos peludos y suaves. Vuelvo a ponerme de pie y ya no se asustan tanto, remo hacia otro grupo donde se acumulan los kayaks, parece que estos leones están más acostumbrados al hombre e incluso hay un grupo que me sigue como si fueran calderones junto a un navío.
Es difícil describir en un breve post todo lo vivido en aquellas horas de SUP entre leones marinos, pero deseo haber transmitido parte de lo sensacional de la experiencia.